Crisis del Ébola
Amenaza para África y fantasma para EspañaÁfrica
El último brote de virus Ébola que ha asolado algunos países del África Occidental continua dejando nuevos casos y más muertes. Con este análisis se busca determinar el desarrollo del brote y su posible expansión. También el presente análisis pretende estimar las consecuencias económicas, sanitarias y en materia de seguridad que el Ébola dejará en la región a corto y largo plazo.
¿Es posible una nueva expansión del virus?
El último brote de ébola originado el 2013 en Guinea, está considerado el mayor brote epidémico de la enfermedad. Después del primer caso en Guinea, el virus apareció en Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, Estados Unidos, España, Mali y Reino Unido. Para declarar el fin de un brote de Ébola en un país deben pasar 42 días sin que se haya detectado ningún caso nuevo.
Los últimos datos fiables en cuanto a contagios de la enfermedad confirman que en Liberia el virus se ha erradicado, aunque se han confirmado un total de 37 nuevos casos en África, 9 de ellos en Sierra Leona y 21 en Guinea (Organización Mundial de la Salud, 2015).
Aunque no se puede concluir que el virus esté totalmente erradicado, cada vez está más controlado y estabilizado, ya que la aparición de nuevos casos ha decrecido. A pesar de este indicador, también hay que considerar que el peligro de continuidad del brote es existente, ya que con tan solo un caso de ébola el brote continúa vivo, lo que supone un riesgo de aparición de nuevos casos. Teniendo en cuenta la disminución paulatina del virus, a pesar de los nuevos casos en Guinea, y la ayuda internacional que se está prestando para controlar la epidemia, el escenario más probable en un futuro es que el virus se controle y se erradique definitivamente descartando así la posibilidad de que aparezca un nuevo brote o que éste se vuelva a expandir.
Situación económica en los países afectados a corto y largo plazo
A corto plazo, a causa de la crisis del ébola Liberia ha pasado de crecer a un ritmo anual del 5,9% en 2013 a hacerlo solo al 2,2%, mientras que Sierra Leona lo hará al 4% en 2014 frente a su 20,1% de 2013 y siguiendo la misma trayectoria, Guinea pasa del 3,9% en 2012 a una situación de casi recesión con un crecimiento positivo del 0,5% en 2014. Este descenso en el ritmo de crecimiento del PIB nominal viene dado por el clima de miedo y desconfianza generado de cara a los inversores extranjeros que han reducido sus operaciones en los tres países.
Esta situación de estancamiento económico ha traído consigo un fuerte aumento del desempleo a pesar de que sectores como el de la construcción o el sanitario han conseguido mitigar tímidamente este crecimiento.
La ayuda internacional cifrada en más de 518$ millones otorgada por la Asociación Internacional de Fomento han ayudado a estos países a no entrar en cifras de crecimiento negativo, así como lo hiciera el envío de personal de Naciones Unidas a los países afectados (fueron enviados 3.000 soldados de Estados Unidos a Liberia para evitar la expansión del virus).
Resulta necesario apuntar que hasta que no se controle y se extinga el brote de ébola, las economías de Liberia, Sierra Leona y Guinea se verán seriamente comprometidas y no podrán alcanzar los niveles de crecimiento que registraron en los años previos al brote.
A largo plazo, la situación excepcional que ha creado un marco temporal económicamente adverso desaparecería. Sectores estratégicos como la agricultura o el turismo tenderían de nuevo a recuperarse y se reduciría considerablemente el desempleo. Por su parte, la ayuda internacional jugará un papel importante en la dinamización de las economías de los países implicados. 450$ millones venidos de de la Corporación Financiera Internacional, perteneciente al Banco Mundial, serán destinados a contribuir al comercio, la inversión y el empleo en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Es esperable que una vez desaparezca todo rastro y consecuencia del ébola en los tres países más afectados, todos ellos volverán al ritmo de crecimiento previo al brote, una cifra que es especialmente esperanzadora en Sierra Leona, país con una tasa de crecimiento previa al brote superior al 20% del PIB.
Ébola: ¿Amenaza para la paz y la seguridad?
Es importante mencionar que en una región donde el 80% de los ingresos de las familias es destinado a la alimentación, el cierre generalizado de fronteras impuesto por las autoridades de estos países ha disparado los precios de los alimentos y aniquilado las relaciones comerciales. Muchos agricultores han abandonado sus granjas por miedo y esto ha interrumpido el flujo de producción alimenticia y ha provocado un alza en los precios. Cosechas básicas como el arroz y el maíz se verán reducidas debido a la falta de mano de obra, provocando efectos catastróficos sobre la seguridad alimentaria. La FAO calcula que aproximadamente un millón de personas necesitan asistencia alimentaria.
El brote de ébola en Liberia, Guinea o Sierra Leona va más allá de la crisis sanitaria o económica, alcanzando un alto riesgo a nivel político en una región que ya conoce lo que es la violencia. Sumado a la mala situación económica existente, el virus ha permitido recrudecer la sensación de inseguridad y desamparo de la población por parte del gobierno, convirtiendo en imprevisible el futuro político de la región, pudiendo incluso acercarse a extremismos religiosos.
Riesgos sanitarios en la región a corto plazo
A continuación se enumeran, lo que se han considerado, 5 riesgos sanitarios que sería recomendable considerar.
1. Falta de capacidad de la sanidad de los países afectados para hacer frente a un brote de una enfermedad altamente contagiosa.
El ébola ha creado una crisis económica en los países afectados que se traduce en pérdidas de 540$ millones para Guinea (8,7% del PIB), 180$ millones para Liberia (7,8% del PIB), y 920$ millones para Sierra Leona (18,4% del PIB). Antes de la crisis del ébola, el gasto sanitario por habitante en Liberia era de 65$, en Guinea de 32$ y en Sierra Leona de 96$. Es de prever que el gasto sanitario descienda influido por el impacto de la crisis económica.
2. Colapso de la atención sanitaria en Sierra Leona, Liberia y Guinea.
Las instituciones sanitarias de Sierra Leona, Liberia y Guinea se encuentran colapsadas y volcadas en la crisis del ébola. En Liberia, el 62% de los centros sanitarios han cerrado mientras que en Guinea, las visitas a centros sanitarios se han reducido en un 60%.
En Liberia, el número de médicos por cada 10.000 habitantes es de 0,14; en Guinea es de 1; y en Sierra Leona es de 0,22; mientras que en los países desarrollados esta cifra oscila entre 200 y 500 médicos por cada 10.000 habitantes. Además, se destaca la muerte de 492 médicos y personal sanitario, en los países afectados por ébola, restringiendo aún más la capacidad de atención sanitaria por habitante.
3. Falta de fondos para combatir las enfermedades más mortales.
En los últimos dos años, los fondos para frenar enfermedades como la malaria se han visto reducidos en más de un 50% en favor de la investigación del ébola. En 2014, en Sierra Leona, Liberia y Guinea, el número de niños vacunados ha caído entre un 36% y un 40% (‘Health systems situation in Guinea, Liberia and Sierra Leone’, 2014).
4. Falta de capacidad para estimar los casos reales de enfermedades como la malaria en países afectados por el ébola.
Los síntomas de la malaria y el ébola son similares. El 33% de los pacientes analizados con síntomas sospechosos en Sierra Leona, Liberia y Guinea dieron positivo en malaria pero no ébola, mientras que el 24% dio positivo en ambas enfermedades (World Health Organization, 2015).
La OMS estima que los casos de malaria han aumentado en 2014 pero reconoce ser incapaz de contabilizarlos en medio de la crisis del ébola.
5. Las principales causas de muerte en el África subsahariana son el SIDA-VIH, enfermedades respiratorias, diarrea y malaria, todas ellas altamente contagiosas.
En los países afectados por la actual crisis de ébola, el SIDA-VIH y las enfermedades respiratorias causan cada año 1 millón de muertes cada una; la diarrea causa 640.000 muertes y la malaria 560.000. De estas enfermedades, la mayoría de los fallecidos son niños de menos de 5 años (entre 100 y 200 muertos por cada 1.000 nacimientos).
España
El virus Ébola puede constituir una gran amenaza para España si no se toman las medidas cautelares adecuadas. En primer lugar es necesario analizar las posibles formas de entrada del virus en el país, estableciendo las probabilidades de cada una. También es necesario estudiar las consecuencias que un hipotético brote tendría en áreas como la economía, la sanidad o la seguridad nacional.
Posibles fuentes de contagio del virus
Se proponen, a continuación 7 posibles fuentes de contagio del virus Ébola en España. Se adjunta un gráfico, al final, con el detalle de las conclusiones dadas para cada una de las hipótesis planteadas.
Hipótesis 1: Contagio del ébola en España a través de personas en situación irregular.
Hipótesis 2: Contagio en un laboratorio o centro de investigación.
Según el Ministerio de Sanidad, el personal de laboratorio se considera contacto de bajo riesgo, debiendo controlar su temperatura dos veces al día para detectar signos o síntomas de la enfermedad.
Hipótesis 3: Contagio a través de personal militar, cooperantes o residentes localizados en países de alto riesgo de contagio por ébola.
También resulta relevante mencionar que no existen datos sobre turismo en zonas afectadas por el ébola desde el inicio del brote.
Hipótesis 4: Contagio a través del tráfico ilegal de animales vivos o muertos, procedentes de países afectados por el ébola en África.
Los aeropuertos europeos son un punto de entrada para la importación ilegal de carne dirigida al consumo humano. Sólo en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, se requisan, cada año, 270 toneladas de carne procedente de países africanos con casos confirmados de ébola.
El 30% del comercio ilegal de animales salvajes pasa por España como punto de tránsito desde África. El tráfico ilegal de animales mueve 19.000 millones de dólares al año y se considera como una importante fuente de financiación para otras actividades delictivas como el tráfico de drogas o el terrorismo a nivel mundial (Criminal Nature: The Global Security Implications of Illegal Wildlife Trade 2013, 2013). Con anterioridad se han dado casos de enfermedades inexistentes en España como el virus del Nilo y malaria en personas que no habían salido del país y cuyos casos están relacionados con la importación ilegal de animales.
Hipótesis 5: Delincuencia organizada con objetivo económico.
Hipótesis 6: Contagio de ébola en España por Terrorismo Biológico.
En primer lugar, el grupo terrorista debería adquirir el agente biológico y esto lo podría hacer a través de dos fuentes; Una fuente natural a través de la extracción de sangre de enfermos de ébola o a través de cadáveres que hayan muerto por el virus y una fuente artificial mediante la extracción del virus en laboratorios que lo almacenen. La primera opción resulta relativamente fácil en comparación con la dificultad de acceso a laboratorios con grandes niveles de seguridad (Amenaza bioterrorista y ébola, 2015).
La financiación no resultaría un problema para las organizaciones terroristas por lo que la dificultad recaería en contar entre sus filas con personal con el conocimiento necesario para cultivar, manipular y procesar el virus (segunda fase del proceso). Además se necesitan las instalaciones y el equipo necesario para realizar dicho cultivo y procesar la cantidad necesaria para poder realizar una diseminación intencionada.
La tercera y última fase sería la diseminación intencionada del virus. Esto lo podrían hacer a través del contacto directo de terroristas con civiles inyectandoles el virus o a través de mordeduras por parte de terroristas infectados. Resultaría posible que diseminaran el virus a través del aire o bien contaminando las aguas.
Hipótesis 7: Contagio de ébola en España a través de un Ángel de la Muerte.
Su método de diseminación consistiría en inyectar a sus pacientes, a través del engaño, el virus Ébola.
Impacto económico de un hipotético brote de Ébola
Existen dos partidas de costes principales que cabría asumir en una situación de emergencia con varios casos de ébola en España. Por un lado un coste directo destinado al tratamiento de los casos diagnosticados y a la prevención de nuevos casos y por otro lado los costes indirectos derivados del pánico que una situación así podría generar en Europa. Para hacer una estimación del coste directo de un caso de Ébola, tan solo hay que basarse en el coste que se ha tenido que aplicar en Europa a algunos casos de ciudadanos europeos repatriados a sus países de origen tras haber contraído la enfermedad del virus ébola. Debido a la actual ausencia de cura para el virus, el tratamiento de la enfermedad es muy costoso. Rígidos protocolos de aislamiento, maquinaria específica, formación de personal, dispositivos de respiración asistida y diálisis renal si fueran necesarios, protocolos de transporte y otros gastos que hacen que el tratamiento de la enfermedad pueda llegar a ser inasumible si ésta se generaliza. El semanario alemán ‘Der Spiegel’ ha hecho el cálculo de cuánto es el coste total por cada caso de ébola basándose en el coste del primer alemán repatriado y tratado en una clínica de Hamburgo (Sánchez, 2014). Sin embargo los cálculos en España son más optimistas. Según Gonzalo Fanjul, miembro del Instituto de Salud Global de Barcelona el coste sanitario de los casos en España unidos al cuidado de los tres infectados, los casos sospechosos y en cuarentena y el gasto en formación del personal médico y sanitario asciende a un total de 3,2 millones de euros. Desglosando este coste por partes damos con los siguientes datos.
Estas cifras pueden dar una idea general de lo que podría costar cada caso de ébola que se registrase en España así como de los casos sospechosos. Sin embargo el mayor peligro económico para España supone el pánico inversor. Empresas que son el corazón del sector turístico como son las aerolíneas y las compañías hoteleras serían las primeras en sufrir esta situación.
Como referencia tenemos las reacciones a la aparición del primer contagio a nivel europeo en España, donde el Ibex35 tuvo una caída del 2%, siendo los valores más expuestos al sector del turismo los que estuvieron entre los más castigados con descensos de más del 6% en la aerolínea IAG , del 4.8% para NH Hoteles, del 1.9% para Meliá Hoteles, 3.8% de descenso para eDreams y un 2.2% de decrecimiento experimentado por Amadeus.
El sector turístico es el sector económico más importante de España y emplea en torno al 12% del total de los trabajadores nacionales. A su vez aporta entre el 12% y el 15% del PIB, lo que supone entre 120.000 y 150.000 millones de euros. Son cifras lo suficientemente importantes como para valorar lo que supondría para la economía española el hecho de que el turista internacional pueda dejarse llevar por el pánico mediático y plantear un destino diferente al de España.
El Ébola como amenaza a la seguridad nacional
Las enfermedades infecciosas suponen una grave amenaza para la seguridad de cualquier país y deberían estar en un punto de vital importancia en sus agendas de seguridad.
A pesar de que el riesgo para la seguridad nacional de un país, por la aparición de un nuevo brote de ébola, afecta de distinta manera si hablamos de países desarrollados o de países en vías de desarrollo, lo que está claro es que en mayor o menor medida la aparición de un nuevo brote causaría consecuencias graves que afectarían a la seguridad interior del país.
Debido a lo impredecible de la aparición de un nuevo brote en España y a la falta de información o desconocimiento generalizado de la población sobre la enfermedad (vías de contagio, sintomatología) la primera consecuencia de la aparición de un nuevo contagio sería la de sensación de inseguridad en la población y clara desestabilización social.
Se produciría una limitación al tráfico de personas y mercancías y se elevarían los controles de seguridad para acceder al país, aunque no un cierre de fronteras. Esto, conduciría a una crisis política y a una clara desestabilización del Estado.
Esta desestabilización social y clima de crispación contra el Estado por su falta de respuesta, preparación y desinformación podría conducir a situaciones de violencia, manifestaciones, desorden social que irían de menos a más y podrían derivar en casos de extrema violencia y enfrentamientos entre la población y las fuerzas de seguridad que debido a la repercusión que alcanzarían en los medios podrían conducir a una situación crónica de conflicto continuo en caso de no resolverse.
El Ébola como amenaza al sistema sanitario
Se muestran, a continuación 3 posibles actuaciones que podrían ayudar a combatir la amenaza que podría supone el ébola para el sistema sanitario español.
1. Se propone la creación de un Comité especial para la Gestión del Ébola para la coordinación nacional e internacional de cara a la crisis, con el objetivo de administrar los medios y recursos disponibles, promoviendo la cooperación interinstitucional e internacional. También se propone el establecimiento de protocolos de política informativa para asegurar la máxima transparencia a la sociedad española y a los profesionales de la información, analizando tanto la planificación existente, como toda la actuación europea e internacional en el ámbito del control de la enfermedad por el virus Ébola.
2. Protocolos de seguimiento a los profesionales destinados a contener el virus en los países afectados. El ministerio de sanidad mantiene una estrecha comunicación con las organizaciones que participan en el control de la epidemia y se ha establecido un registro de los cooperantes españoles y sus fechas de retorno que permite la vigilancia durante los 21 días después de su regreso para descartar la aparición de síntomas de enfermedad (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2014). Estos protocolos están marcados en sus principios por organismos internacionales; fundamentalmente la Organización Mundial de la Salud y el Centro Europeo de Control de Enfermedades Infecciosas.
3. En coordinación con el gobierno de España, 17 comunidades cuentan con un total de 30 hospitales preparadas para aislar y tratar casos sospechosos de ébola, cumpliendo con los protocolos establecidos.